Desde épocas antiguas en México se desarrollaron tecnologías para utilizarse en la agricultura y facilitar el trabajo de la producción de alimentos. Hace tiempo era común el uso de herramientas tradicionales como el arado, la pala o el azadón, pero con el paso del tiempo la demanda de alimentos se incrementó por el crecimiento exponencial de la población, hasta llegar a la época moderna en donde se requiere de infraestructura y grandes equipos de maquinaria para producir alimentos rápidamente y en gran cantidad, por lo que la tecnología ha tenido que evolucionar para poder contribuir a satisfacer la demanda de alimentos a través de miles de toneladas de comida producidas para el país y para exportación.
La tecnología en conjunto con la ciencia permite estabilizar la producción de alimentos y obtenerlos de forma sustentable. Atender la demanda de alimentos es prioridad, en este sentido la tecnología brinda soluciones para la generación de mayores volúmenes de alimentos mediante la implementación de diversas técnicas y sistemas de producción. Por ejemplo, adaptando cultivos en diferentes espacios y en determinados lugares, así mismo en la recuperación de suelos para uso agrícola o en el establecimiento de cultivos en sitios sin suelo fértil a través del uso de sustratos y fertirriego, así se puede cultivar alimentos en zonas áridas o en lugares sin suelo.
El avance de la tecnología en México permite cosechar productos en épocas en las que originalmente no se podrían cosechar, esquemas de producción forzada o desfasamiento de la producción permiten obtener por ejemplo naranja y limón persa en Veracruz en los meses posteriores a la época de mayor producción, obteniendo con ello mejores precios en el mercado. Por otra parte, el mejoramiento genético y la biotecnología permiten obtener mayor producción, mejorar la calidad de los productos, obtener variedades de plantas tolerantes a plagas y enfermedades, plantas con mayor capacidad de adaptación a condiciones adversas de agua y suelo, variedades que pueden desarrollarse con temperaturas elevadas o en climas muy fríos y variedades capaces de sobrevivir a heladas o a largos periodos de sequía. En cuanto al uso de la maquinaria moderna como sembradoras, desmalezadoras o cosechadoras, estas pueden realizar en poco tiempo trabajos que de forma manual requieren de mucho tiempo.
En México las zonas con mayores avances tecnológicos en materia agrícola se encuentran en el centro y norte del país, y es ahí donde se encuentran los grandes campos de cultivo y con la mayor tecnificación. Respecto a la implementación de sistemas de agricultura protegida, (cultivo en invernadero, casas sombra y macrotúneles), hasta el año 2019 en México se contaba con 14,179.61 has sembradas en este sistema abarcando 30 de los 32 estados del país, entre los estados con mayor superficie se encontraban Sinaloa, Estado de México, Jalisco y Guanajuato, con un valor total de la producción de 988 millones 583 mil 847 dólares. En este sistema los cultivos pueden estar en suelo directo o en hidroponía donde solo se requiere del sustrato para sostener a la planta, ya que toda la nutrición es proporcionada mediante el sistema de fertirrigación, otro sistema interesante es la acuaponía, la cual permite aprovechar el agua de los peces para emplearla en el sistema de riego de las hortalizas en hidroponía.
Otras tecnologías empleadas permiten obtener plantas libres de patógenos obtenidas mediante propagación in vitro o cultivo de tejidos con el fin de disminuir la incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos.
La agricultura de conservación es un sistema de cultivo que hace uso de la tecnología para realizar siembras sin remover el suelo y aprovechar los residuos de las cosechas para mejorar la estructura del suelo e incrementar su fertilidad, se basa en tres principios, rotación de cultivos, labranza cero, y cobertura de suelo. En México hasta el año 2012 se tenían aproximadamente 75 millones de hectáreas cultivadas con este sistema en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí, Tamaulipas, Michoacán, Querétaro, Jalisco, Estado de México y Puebla.
El uso de la tecnología también tiene gran importancia en la optimización del recurso agua mediante la instalación de modernos sistemas de riego presurizado y la instalación de sensores en campos de cultivo que detectan la humedad del suelo, la temperatura, humedad relativa, intensidad de los vientos y probabilidad de precipitaciones; con ello se programan automáticamente la frecuencia de los riegos y los volúmenes de agua requeridos por los cultivos.
Recientemente está tomando relevancia la agricultura de precisión debido a que su exactitud permite un uso eficiente de los recursos para la producción. En México este tipo de agricultura es reciente y se empezó a practicar en estados como Jalisco, Guanajuato y Sinaloa, pero su crecimiento aumenta a medida que los productores se convencen de sus beneficios. Este tipo de agricultura trabaja con información digitalizada, hace uso de sensores, drones y softwares, imágenes satelitales, Sistemas de Información Geográfica (SIG) y Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) para obtener datos precisos de cada centímetro de suelo en donde se establecen los cultivos, permite analizar la información y determinar los requerimientos de nutrición o de humedad de cada espacio para poder incorporar solo la cantidad necesaria de nutrientes en las aplicaciones, planear los ciclos de cultivo, definir costos de producción y los recursos necesarios para lograr el incremento de la producción.
El uso de drones es importante en el monitoreo de plagas, enfermedades y deficiencias nutricionales en las plantas, en la aspersión de productos agrícolas, también para medir el estado nutrimental de las plantas y medir temperaturas. Los Sistemas de Información Geográfica y el uso de GPS ayudan a obtener datos en tiempo real con los cuales se pueden planear cultivos, dirigir maquinaria, monitorear y determinar cómo se encuentran los suelos. Con las redes de wifi se pueden operar tractores modernos a distancia, los sensores miden variables de temperatura, humedad, luminosidad entre otros, que son importantes para determinar qué actividades se realizarán en el cultivo. Respecto a la agricultura de precisión su implementación permite aumentar rendimientos de los cultivos, reducir la cantidad de mano de obra disminuyendo los costos de producción, prevenir y controlar plagas y enfermedades eficientemente, incrementar la calidad de los productos y dar seguimiento a los cultivos en todo momento desde cualquier lugar sin necesidad de estar presente en el área de cultivo.
Las ventajas de las modernas tecnologías en la agricultura han sido ahorrar en costos de fertilización, aumentar densidades de plantación, realizar producción intensiva, incrementar la capacidad de atención a los cultivos, incrementar la rentabilidad de la producción y hacer frente a largos periodos de sequía, con todo esto la agricultura mexicana puede responder a los desafíos de la demanda mundial de alimentos.